Debido a la pandemia mundial, muchos gobiernos han tomado la decisión de cerrar los centros educativos con el fin de no propagar el virus del COVID-19.
Esto ha llevado a reorganizar la modalidad de enseñanza pasando de presencial a distancia.
Si bien la educación a distancia se implementa hace ya muchos años, esto ha sido un desafío para las familias y educadores.
Tanto la UNESCO como la ONU han trabajado para brindar asesoramiento y asistencia técnica a los Gobiernos que trabajan con el objetivo de proporcionar educación a los alumnos fuera de la escuela.
La ONU ha reunido a Microsoft y GSMA (entre otros), para ayudar a los países a desplegar sistemas de aprendizaje a distancia a fin de reducir al mínimo las perturbaciones educativas y mantener el contacto social con los alumnos.
Ahora bien, la pregunta que nos hacemos como familia y como educadores es ¿cómo acompañar a nuestros hijos en esta etapa?
¿Qué rol debemos desempeñar?
Si bien no tenemos precedentes de esta situación por la que estamos pasando actualmente. Sí podemos apoyarnos en la teoría del “homeschooling” para poder continuar con la trayectoria pedagógica de cada uno
de sus hijos y acercar la escuela a sus casas de una manera eficaz.
Este término “refiere a la educación dada a un niño/a en su casa, bajo la guía de los padres como una alternativa al sistema de educación formal, siguiendo el aprendizaje natural
y respetando las características singulares de aprendizaje.
Desde esta mirada es que nosotros como Profesionales de apoyo a la inclusión partimos para pensar las actividades y adecuaciones que realizamos.
Cada uno de sus hijos está en una edad diferente, y en cada edad hay una “etapa sensible” para aprender un contenido. Nos referimos a “etapa sensible” al lapso de tiempo en que el cerebro se encuentra
más permeable y abierto a recibir y asimilar un conocimiento.
Dentro de esta teoría de aprender en casa hay 3 ramas. En esta etapa de aislamiento nosotros llevamos adelante la rama intermedia de educación en donde
si bien nos guiamos por la currícula oficial para llevar adelante la enseñanza de contenidos (siempre siendo la escuela la guía y precursora de los mismos) tenemos en cuenta diversos grados de libertad
en el aprendizaje. Esto implica que si bien es necesaria una rutina y un lugar libre de distractores donde estudiar somos flexibles en el horario en que se desarrolla la actividad así como en la cantidad
de horas que conlleva, siempre teniendo en cuenta las necesidades educativas de cada uno de sus hijos y las herramientas que necesitamos para que su aprendizaje sea significativo.
Esta es una modalidad que combina la educación mediada por TIC y la presencia de los padres en el proceso educativo tomando herramientas del e-learning y del b-learning.
Para ello cada Profesional de Apoyo a la Inclusión (PAI) envía actividades acordes a cada alumno, apoya a los padres brindando estrategias y herramientas de intervención y brinda espacios para sus alumnos vía zoom o plataformas similares donde puedan tener contacto “cara a cara” para trabajar dudas, fortalezas y debilidades y así potenciar las cualidades de cada alumno.
Hoy, más que nunca, la educación está apoyada en los padres, quienes actúan de mediadores, entre la escuela y sus hijos. Para ser mediador deben poder recibir que transmitir (contenido) y cómo transmitirlo (actividades y herramientas).
También es importante que los padres conozcan cómo es el proceso de aprendizaje de sus hijos, es aquí donde también es de suma importancia la intervención
del Profesional de apoyo y el docente a cargo de sus hijos.
Por lo dicho anteriormente es que nosotros tenemos reuniones continuas con todos los actores que intervienen en el proceso educativo, de esta manera podemos
aunar criterios de intervención y conocer desde todos los ángulos de desempeño a nuestros alumnos (terapeutas, docentes y padres).
Ahora bien, cómo puedo yo como papa ser mediador. La tarea del mediador es ser quien asiste al alumno en la realización de las tareas, ya sea convocándolo cuando su atención se dispersa, como preparando conjuntamente
los materiales necesarios y el espacio previo al encuentro con su docente o profesional de inclusión o también cuando va a llevar a cabo actividades que han quedado de tarea para el próximo encuentro.
Ser mediador no implica hacer las cosas por sus hijos o ser quien dice la modalidad de resolución. Sino que debemos supervisar las acciones y actividades para asistirlos frente a las dificultades, poder evacuar dudas,
y también poder recopilar información para trabajar en conjunto con los docentes y PAI.
Este ser mediador, es pensarnos como una escalera. Como un andamio. Los alumnos muchas veces pueden realizar actividades sin ayuda, pero en otras, en las cuales se encuentran “trabados” necesitan de otro que les brinde una herramienta, una palabra o una estrategia que les permita subir ese escalón y concluir con lo solicitado. Por ejemplo a la hora de resolver un cálculo pueden necesitar material concreto, o cuando leen una regla. También pueden necesitar que se les recuerde un conocimiento previo, es ahí donde nosotros como padres debemos ingresar y actuar.
Este concepto de andamiaje trata de la distancia que hay entre lo que el niño puede resolver por sí solo, y lo que podría realizar con ayuda o guía de un adulto, de esta manera se encontraría su nivel de desarrollo potencial.
Siempre debemos tener en cuenta, guiar el proceso teniendo en mente las recomendaciones de los docentes y PAI, de esta manera no solo podemos desarrollar las potencialidades sino también la autonomía, flexibilidad y la meta cognición en nuestros hijos.
Así ayudamos a crear mentes pensantes. Desarrollamos un pensamiento creativo, y constructivo. Que piensa y toma decisiones frente a diferentes conflictos y no un pensamiento mecánico y repetitivo que frente a la falta de otro se encuentra vacío y sin posibilidad de acción.
La idea es que todos los actores trabajemos en equipo. Que cada uno desde su lugar lleve a cabo un rol que sea el complemento de otro.
Siempre debemos tener en cuenta que ustedes son nuestros ojos, donde acudimos en búsqueda de información. De esta manera ustedes también deben acudir al docente o PAI en búsqueda de apoyos para la transmisión de conocimientos.
La idea es que los decentes de sus hijos sigan siendo “las seños” “los profes” y ustedes sean ese nexo para que esté relación siga siendo fructífera y la continuidad pedagógica de sus hijos siga adelante.
