De líder a coach motivacional. El rol del líder en tiempos de cuarentena

Por Lic. Tamara Velares

De líder a coach motivacional. El rol del líder en tiempos de cuarentena.

El actual contexto, llevó a las empresas a utilizar el home-office en forma obligada. Dicha modalidad de teletrabajo ha puesto en el foco el rol que tiene el líder dentro de dicha dinámica.

El líder ocupa un lugar central para que el grupo de trabajo pueda llevar a cabo los resultados y las tareas a alcanzar centrándose en la transmisión concreta y organizada de la información como así también en la confianza, siendo este último aspecto aún más fundamental en este contexto de incertidumbre que atravesamos.

El liderazgo en las circunstancias de trabajo remoto no sólo debe apuntar a la concreción de tareas y objetivos sino también a la gestión emocional de los miembros de su equipo. Es decir, además de enfocarse en la dinámica organizacional, poder generar confianza y acercamiento en sus colaboradores.

Es así que el líder deberá asumir el rol de coach motivando al grupo y a cada individuo para alcanzar los resultados esperados, acompañándolos en las dificultades que pueden presentarse y convirtiendo dichas situaciones en experiencias positivas y de crecimiento para cada uno.

John Maxwell, escritor y entrenador en temas relacionados principalmente con el liderazgo, hace referencia a la influencia que tiene todas las acciones de los líderes sobre los individuos de su equipo, sosteniendo que a partir de dichas acciones se puede llegar a desplegar el potencial de cada persona.

Lo que demanda este contexto de tanto cambio e incertidumbre, es un líder que pueda generar confianza, conectarse emocionalmente con su grupo de trabajo y ser generador de otros líderes, haciendo emerger lo mejor de cada talento y apuntando a un trabajo cooperativo.

A continuación, enumeramos algunas propuestas que pueden ser utilizadas para fomentar dicho rol:


1- Evaluar el estado emocional propio:
Al terminar la jornada laboral, evalúa tu estado interno, compartí tus experiencias. Esto puede ser de ayuda para los otros.

2- Evaluar el estado del colaborador:
Se trata de sostener una escucha neutral, sin consejos, prestar atención a lo corporal, el tono de voz. Esto permitirá ver quiénes están más fortalecidos ese día y quiénes requieren de un apoyo o de un encuentro aparte más personal.

3- Actividades recreativas:
Debido a que en este período de homeoffice, se presenta como una dificultad hacer pausas laborales como a veces ocurre en la oficina en el almuerzo o algún momento similar. Puede resultar una buena propuesta establecer en la semana un momento de distensión, donde el grupo se pueda conectar para compartir alguna bebida o conversar sobre temas que no estén relacionados con el trabajo. De ese modo se puede generar un espacio de distensión y de conexión desde un lugar diferente.

4- Libertad de acción:
Es muy importante que cuando se trabaje en forma remota, se estimule la autonomía, el pensamiento lateral y la resolución de problemas para contribuir de este modo al autoliderazgo de cada persona.

Para concluir podemos decir que, en las circunstancias actuales de trabajo, la función del líder tendrá que ver más con la conexión emocional y empatía como así también con la creatividad que pueda desarrollar, para que cada uno de sus colaboradores puede desplegar al máximo su potencial.

Lic. Tamara Velares

Tamara Velares

Es Psicóloga recibida en la Universidad de Buenos Aires. Realizo posgrado de Especialización en Clínica de Adultos en Centro Dos, Asociación Civil para la asistencia y docencia en psicoanálisis y se formó como Acompañante Psicoterapéutico en A-compañar, Institución dedicada a la asistencia, formación e investigación en salud mental.

Ha realizado diversos cursos y seminarios relacionados con la clínica psicoanalítica con niños y adolescentes, discapacidad y abordaje de patologías graves. Así como participó del equipo del área de Salud Mental del Hospital Gandulfo, ampliando su formación en el ámbito público en la atención de población Infanto-juvenil.

Ha participado también como pasante en el Programa de extensión Universitaria de la Facultad de Psicología (UBA) "Aportes de la Psicología Evolutiva al trabajo con niños en situación de riesgo social en la “Fundación Social”, Barrio La Boca.

En sus años de formación trabajó como acompañante terapéutica y maestra integradora. Actualmente trabaja como psicóloga en el área clínica en la atención de pacientes niños, adolescentes y adultos. Y es directora de la Institución En-causar Psi, en donde se desempeñó inicialmente como coordinadora y supervisora de acompañamientos terapéuticos domiciliarios y educativos.